Obra de Sandro Botticelli, hacia 1467, temple sobre tabla, Musée du Petit Palais, Aviñón
Se sitúa probablemnte entre las primeras obras del artista, precediendo a las de análogo tema conservadas en las Gallerie dell'Accademia de Florencia y en el Museo de Capodimonte, en Nápoles. Se experimenta aquí con la posibilidad de abrir el grupo de la Virgen y el Niño, habitualmente compuesto de manera muy apretada, como en los modelos de Filippo Lippi, en los cuales se inspiran muchas de las obras de los comienzos de Botticelli.
Aparece tambíen el arbo, bajo el cual se colocan las figuras, motivo que hallará más cumplida formulación en la Virgen del rosal de París. Se observa la sorprendente mano con la que la Virgen ofrece el seno, recuerdo de la influencia de Verrochio. El tema iconográfico de María ofreciendo el seno a su Hijo tuvo enorme difusión y está relacionado con la reflexión teológica que se expresa en dos temas esenciales, por un lado el que atañe a la encarnación de Dios, por otro el del papel mediador de María. Bernardo de Claraval fue uno de los más ardientes paladines de la devoción a la humanidad de Cristo, que llevó a efecto su acción salvífica a través de su Madre. Desde un punto de vista estrictamente devocional, cuadros como éste tenían probablemente und estino doméstico y se inscribían en el ámbito de las referencias cultas a la maternidad y a la infancia.
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