Obra de Tiziano, hacia 1545, óleo sobre lienzo, Museo e Gallerie Nazionali di Capodimonte, Nápoles
El lienzo, casi con seguridad empezado por Tiziano en Venecia en 1544 y terminado en Roma durante su estancia de 1545-1546, fue realizado para el cardenal Alejandro Farnesio, sobrino del papa Paulo III. Permaneció en la capital hasta 1639, sufrió innumerables traslados (Parma, a Nápoles, a Palermo y de allí nuevamente a Nápoles): robada por Hermann Göring durante la II Guerra Mundial, fue recuperada en Austria al final del conflicto y devuelta al estado italiano en 1947.
El tema mitológico del cuadro es de carácter declaradamente erótico: Danae, hija del rey de Argos, Acrisio, prisionera en una torre de bronce, es seducida por Júpiter transformado en lluvia de oro. En su figuración de la metamorfosis terrena del padre de los dioses, Tiziano realiza este cuadro extendiendo el pigmento sobre la tela con pinceladas mórbidas y deshechas, con una técnica que excluye el dibujo preparatorio.
La ausencia en la obra tizianesca de dibujo y de claroscuro, confirmada por las recientes exploraciones radiológicas, ya había sido observada por Miguel Ángel, que, según Vasari, después de haber visto la Danae, que Tiziano acababa de concluir de pintar en el Belvedere, comentó el cuadro alabando su "color" y su "manera", pero lamentando precisamente la falta de dibujo.
En efecto, esta obra representa ejemplarmente la evolución del lenguaje del pintor cadorino tras su conocimiento de las experiencias del manierismo centroitaliano, que caracterizó sus trabajos de principios de las décadas de 1540, como San Juan Bautista de la Academia o la coronación de espinas del Louvre. Ahora la atención prestada a los valores plásticos visible en esta obras es superada en favor de un estilo original, caracterizado por la máxima libertad técnica y crómatial, de la cual quiso Tiziano dar una palmaria demostación precisamente en la Roma dominada por Miguel Ángel.
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