martes, 21 de marzo de 2017

EL HIJO PRÓDIGO DILAPIDA SU HERENCIA



Obra de Rembrandt, hacia 1636, óleo sobre lienzo, Staatliche Kunstsammlungen Dresden, Firmado "Rembrandt F."

Es probable que haya que identificar esta pintura con un doble retrato de Rembrandt y Saskia citado en 1677 entre los bienes de la viuda de Louys Crayers, que fue el tutor de Titus van Rjn. Tradicionalmente, el cuadro se tenía por un autorretrato y llevaba el título La alegre pareja. Se sostenía, por lo tanto, que el pintor quiso representarse a sí mismo y a su mujer en una imagen de felicidad conyugal.
La naturaleza de la obra es, sin embargo, más compleja. El estudio de la iconografía ha permitido relacionar esta escena con el relato evangélico del hijo pródigo que dilapida su patrimonio en una taberna, en compañía de mujeres de mal vivir. En especial, algunos dibujos rembrandtianos dedicados a este tema muestran singular afinidad con el cuadro. Los análisis radiográficos parecen confirmar esta interpretación: en un momento no precisado, pero quizá por el propio Rembrandt, el lienzo fue cortado en el lado izquierdo, quitándosele una considerable parte, y se escondió, repintándola, la figura ya abocetada de una tañedora desceñida. es posible que el pintor pretendiese con ello eliminar algunas figuras secundarias para centrarse en los protagonistas, como hizo en numerosas escenas de historia de mediados de los años treinta.
La identificación del tema no excluye, sin embargo, que los representados sean Rembrandt y Saskia: la fácil confirmación se deduce de la comparación con retratos contemporáneos. en la inseguridad de si el liezo ha de considerarse un retrato con disfraces o una escena de historia, hay que especificar que el tema del hijo pródigo era apreciado por los artistas protestantes a causa del valor didáctico del episodio de caída y redención. Si el cuadro fue realmente regalado a la familia del tutor Crayer, toma cuerpo la hipótesis de que fuese un autorretrato de tono moralizante.

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