Cabeza de muchacha, realizada por Leonardo Da Vinci, hacia 1508, tierra oscura, ámbar verdoso y albayalde sobre tabla. Se encuentra en la Galleria Nazionale, Palacio Pilota, Parma.
Fue Adolfo venturi quien identificó esta tabla con el cuadro que en 1531 Ippolito Calandra propuso poner en la habitación de Margherita Paleóloga, mujer de Federico Gonzaga, y que en 1627 era descrito en el inventario Gonzaga como "un cuadro en el que está pintada la cabeza de una joven despeinada, abocetada (...) obra de Leonardo da Vinci". Fue ofrecida en 1826 a la Accademia di Belle arti de Parma por los herederos de Gaetano Callani, genial pintor y escultor parmense. Hubo quien sostuvo que la obra era una imitación del propio Callani.
Se trata de una pintura inconclusa, pero algunas partes del rostro están muy acabadas y hallan fácil comparación dentro de la producción vinciana. A pesar de que se publicó en 1939 un estudio sobre esta obra que la certifica como autógrafa, la crítica se ha interesado poco por ella. Dejando aparte las dudas sobre su autenticidad, se mantienen las que atañen a su cronología. No está muy claro que nos hallemos ante una obra juvenil, asociable por estilo y técnica a los bocetos de la Adoración de los Reyes y de San Jerónimo, o a una obra madura en la que se transparenta todo el clasicismo que Leonardo aprende en sus viajes romanos de los primeros años del siglo XVI. En efecto, en esta primera década del siglo, Leonardo recupera experiencias juveniles para proponer un nuevo modo de ver y percibir la forma en un sentido más volumétrico. Emana de este rostro esa sensación de ambigüedad y realismo típica de las obras de Leonardo. La posición de la cabeza, ligeramente inclinada a la derecha, muestra analogía con los peinados para la Leda de pie, que interesaron al artista en el primer decenio del cinquencento. en especial es concluyente la comparación con un folio, conservado en la Royal Library del castillo de Windsor, que representa una cabeza femenina con un complicado peinado.
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