jueves, 26 de enero de 2017

EL TRIUNFO DE GALATEA


Obra de Rafael, 1512, fresco, Villa Farnesiana, Roma

"Entre los comitentes romanos de las primeras décadas del Cinquencento, el banquero sienés Agostino Chigi sólo cedía ante los pontífices. Su fortuna se remontaba a los tiempos de Alejandro VI, en los cuales había obtenido la licencia de explotación de las minas de alumbre (un producto entonces indispensable para la industria textil) de Tolfa, pero su ascenso social alcanzó su culminación con Julio II, que -al parecer como sonsecuencia de favores que le había hecho en el momento de su elección al papado- lo tuvo como consejero personal en cuestiones financieras, le otorgó en 1517 el título de conde palatino y le asignó el patronato de dos capillas en las iglesias construidas por Sixto V y oficiadas por los agustinos: Santa Maria del Popolo y Santa maria della Pace" (De Vecchi)

Baldassare Peruzzi había construido para el banquero una villa suburbana, ubicada al pie del Gianicolo y conocida como la Farnesiana, cuyos trabajos de edificación fueron concluidos entre 1510 y 1511. El mismo Peruzzi había hecho un gran fresco en el techo de una galería, cuya decoración fue continuada por sebastiano del Piombo. Éste había ejecutado en las paredes de la galería oriental la figura del cíclope Polifemo, al lado de la cual Rafael, entre finales de 1511 y principios de 1512, pintó al fresco el Triunfo de Galatea. Inspirándose en textos clásicos ( entre ellos la Metamorfosis de Ovidio), el pintor representó a la nereida en una concha arrastrada por delfines, rodeada de ninfas y tritones. El tema se traduce en un vocabulario en el cual a los ecos de la estatuaria clásica se unía el uso de gamas cromáticas -como el rojo pompeyano- propias de la pintura romana antigua. Después de 1512 el pintor hizo, tambien para Chigi y alrededor del  arco de una de las dos capilla, la de Santa Maria della Pace, otro fresco de Sibilas y ángeles, en el cual el artista hizo gala de su capacidad para aludir, en un sentido profundamente clásico, a la Sibilas realizadas por Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina. 

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