Obra de Mantegna, hacia 1465-1470, temple sobre lienzo, Staatliche Museen au Berlín.
Este lienzo, que representa a la Virgen velando el sueño del Niño, está construido para ser visto desde abajo; la atención se centra en el gesto de las manos del pequeño, que estrechan las bandas de tela. La estatuaria cabeza de la Virgen, enmarcada por los cabellos ensortijados, dominan sobre un fondo oscuro. El verdadero soporte de la composición lo forma la curva del manto precioso de la Virgen, que continuando la línea que traza el cuello inclinado de la figura, envuelve completamente a madre e hijo.
El finísimo juego de las zonas en claroscuro hace resaltar los pliegues de los apretados refajos del recién nacido y señala que el relieve de las figuras estaría construido y evidenciado mediante fuertes realces en blanco, hoy ya no visibles.
La estructura de la composición y la original interpretación de la personalidad humana de las figuras muestra la aparición del componente donatelliano tan del gusto de Mantegna.
Fundamental para todo análisis crítico es el reconocimiento de que esta interpretación de un tema devocional, tan alejada de carácter formal del retablo de san Zenón, está estrechamente ligada al trabajo de Mantegna en la Cámara de los Esposos, donde la finalidad de crear una narración basada exclusivamente en el retrato condujo al pintor a abandonar los esquemas compositivos rígidamente controlados de la capilla Ovetari.
No hay comentarios:
Publicar un comentario