Obra de Johannes Vermeer, pintada hacía 1659, se puede visitar en Herzog Anton Ulrich Museum, Brunswick.
En una habitación aparecen tres personajes. En primer plano se ve a una joven elegantemente vestida, sentada en una silla, mientras un cortejador la incita a beber de la copa que ella tiene en la mano derecha. El hombre la mira con actitud persuasiva; ella, por el contrario, se vuelve hacia el espectador con una extraña sonrisa que ha sido interpretada de diversas maneras: podría ser signo de una ligera embriaguez o expresión complacía por las atenciones que el caballero le dedica. Tampoco está claro el estado del hombre del fondo: quizá se ha dormido bajo los efectos del vino, acaso su actitud melancólica revela su desilusión por el desinterés de la muchacha. Se sobreentiende un llamamiento moralizante a la continencia y a la moderación; a ello parecen aludir el austero retrato del fondo y sobre todo la vidriera. En la decoración de la ventana se ve un medallón con una figura femenina, interpretada como una alegoría de la Templanza y presente en ambos cuadros. El tondo más interior muestra un escudo nobiliario, el blasón de una dma que había vivido años antes en Delft, Janetge Vogel.
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