miércoles, 1 de marzo de 2023

La Virgen y el Niño con la corona de espinas y tres clavos

 



La Virgen y el Niño con la corona de espinas y tres clavos es una obra del pintor Alessandro di Mariano di Vanni Filipepi, más conocido como Sandro Botticelli.

La Virgen, con la mirada hacia el espectador y como es habitual en las pinturas de Botticelli, lleva un vestido rojo y sobre este porta un manto azul que la cubre desde la cabeza y hombros, y en el cual se observa una estrella en el hombro izquierdo. El Niño Jesús, quien se encuentra desnudo, es cobijado con un paño adornado con múltiples líneas y motivos de colores azules y dorados; está rodeado por las manos de su madre. Ambas figuras portan nimbos dorados sobre sus cabezas.​ En cuanto a la composición, las manos de María, en horizontal, aportan equilibrio al cuerpo del niño que fue plasmado en una fuerte línea en diagonal. Lo que destaca en esta pintura es que el artista florentino plasmó en la mano izquierda del Niño Jesús una corona de espinas y los tres clavos con que fue crucificado Cristo. Estos dos elementos forman parte de la iconografía de las Armas Christi o símbolos pasionarios, los cuales remiten al episodio de la Pasión de Cristo, pero en este caso al acompañar al niño, se convierte en una representación de la vocación redentora de Jesús y un vaticinio del sacrificio que hará unos años más tarde para la salvación de los hombres. También es de destacar que para esta pintura, así como en los lienzos más conocidos de Botticelli, la modelo para la representación de la Virgen fue Simonetta Vespucci, quien había muerto un año antes de tuberculosis.

 


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