martes, 21 de enero de 2020

EL TORO DE FARNESIO





Toro Farnesio es la denominación historiográfica de la mayor escultura en bulto redondo de la antigüedad clásica que ha llegado hasta la actualidad. Su tema es el suplicio de Dirce, a la que los hijos de Antíope (Anfión y Zeto), deseando vengar las ofensas a su madre, ataron a un toro salvaje que la arrastró hasta matarla.
La composición es piramidal, dentro de la que se establecen líneas helicoidales de tensión ascendente sobre una base paisajística (o "fondo alejandrino", al ser característica de la denominada escuela alejandrina de la escultura helenística, frente al "fondo ático" o neoático). Las figuras secundarias (un perro, un niño y una segunda figura femenina -que representa posiblemente a Antíope-) han sido identificadas a veces como adiciones posteriores.
Se identificó inicialmente como la escultura a la que se refirió Plinio el Viejo en su Naturalis Historia,​ que fue tallada en un solo bloque de mármol por los escultores Apolonio de Tralles y su hermano Taurisco, de la escuela de Rodas (ca. 130 a. C.); y fue llevada a Roma desde la isla griega de Rodas como parte de la fabulosa colección de arte y esculturas propiedad de Gayo Asinio Polión, un político romano de finales del siglo I a. C., que las exhibía en su famosa biblioteca. En algún momento fue expuesta en la Domus Aurea. La obra fue muy estimada e imitada, existiendo un fresco pompeyano con la misma composición (en la Casa de los Vettii) y varios mosaicos (hallados en Écija, Sagunto y Pola).
Actualmente se considera que muy probablemente la escultura hallada en las Termas de Caracalla no es el original griego, sino una versión romana tardía y muy restaurada, con adiciones que desvirtuarían la composición inicial; aunque se sigue apreciando el fuerte dinamismo que proporciona la forma serpentinata y el gran realismo animalístico.